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Cómo renunciar a un trabajo sin quedar mal

¿Cómo renunciar a una relación laboral sin sentimientos de culpa ni verte sobrepasado por la incertidumbre?

¿Estás pensando en romper con una relación laboral? ¿la angustia de no saber su es la decisión correcta está generando en ti un malestar agudo? Bueno, te consolará saber que la mayorías de las personas pasan por lo mismo cuando quieren renunciar a un empleo, sin importar qué tan bueno o malo sea. 

¿Por qué cuesta tanto renunciar a un empleo?

El trabajo, nos guste o no, es el lugar donde pasamos casi todo nuestro tiempo productivo y nuestra fuente principal de seguridad financiera. Por eso es perfectamente normal que dejarlo para lanzarnos a lo desconocido cause mucha ansiedad. 

Las relaciones laborales que se establecen por el hecho de compartir con personas en un ambiente lleno de objetivos, metas y logros, y que a veces se superponen con la amistad genuina, también pueden hacer que renunciar sea emocionalmente complejo. 

Puede que el sentimiento de responsabilidad de no dejarle a tus compañeros trabajo sin hacer, causarle una decepción a tus jefes o meter en un aprieto a la empresa, que deberá conseguir un suplente, te impida tomar una decisión que en el fondo es la correcta para ti.

Siempre hay una manera correcta o incorrecta de hacer las cosas, y renunciar no es la excepción. Aquí recibirás algunos consejos acerca de cómo romper una relación laboral y qué actitudes debes evitar.

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1. Todo lo que hagas tendrá sus consecuencias

Antes de tomar una decisión de esa naturaleza, hazte las siguientes preguntas:

¿Estás corriendo de tu ambiente actual por alguna incomodidad?

Si te identificas con esta opción, debes tratar de visualizar si con la decisión de irte se abrirán nuevos espacios en los que te vas a sentir mucho mejor, o si se trata de un acto impulsivo que te pondrá en vía de reemplazar unos problemas por otros.

¿Tienes posibilidades realistas de aspirar a un empleo con mejores condiciones? ¿Quieres emprender con tu propio negocio? Necesitas considerar que renunciar implica que te enfrentarás a nuevos retos, y debes estar seguro de que estás listo o dispuesto a manejarlos.

Siempre hay posibilidades de conversar para mejorar el ambiente de trabajo en lo económico y el desarrollo personal y profesional. Si ya lo has hecho y no te ha sido posible llegar a algún acuerdo, quizá irte sea la mejor opción.  

¿Te encuentras en una situación en la que te ofrecieron o pensaste en una mejor oportunidad para tu desarrollo personal, económico y profesional?

Si estás inclinado por esta opción, analiza si es mucho mejor, sopesando los inconvenientes de la nueva situación, y si te parece que es mejor que la actual, simplemente ve hacia ella.

2. Muy bien, estás decidido a dejar tu trabajo ¿qué debes hacer?

Lo primero es encontrar la forma de renunciar con gracia y dignidad, demostrando que eres una persona respetuosa y valiosa hasta tu último día en el trabajo.

La globalización ha tocado nuestras puertas, las redes sociales y los mecanismos de interconexión entre las personas hoy en día son de tal magnitud que seguramente has escuchado que solo seis personas te «separan» del resto del mundo.

Técnicos de Microsoft lograron comprobar mediante el análisis de más de 30000 millones de mensajes, que nuestro mundo es, en efecto, un pañuelo.

Ellos calcularon que la distancia que hay entre las personas es de solo 6,6 pasos para conectarnos, por lo que debes saber que el  mundo terminará por enterarse de lo que hagas o digas en redes y en empleos.

Así que lo mejor que debes hacer es irte en buenos términos; nunca se sabe cuándo necesitarás algo: un favor o una recomendación de un ex jefe o compañero de trabajo.

Seguidamente podrás leer algunos consejos y sugerencias que de alguna manera te van a preparar para una transición hacia tu futuro profesional.

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3. Deberías anunciarlo con algún tiempo de anticipación

Deberías dar aviso con dos semanas de anticipación. Tu contrato, manual de la compañía, o las leyes laborales de tu país, pueden especificar con cuánto tiempo de anticipación debes anunciar tu retiro, pero si no, dos semanas es el estándar.

Tu empleador necesita tiempo para procesar tu partida, comenzar a buscar a otra persona y planificar una transición de la mejor manera.

También es cierto que en una gran corporación, una vez que presentas tu renuncia, es posible que inmediatamente y sin ceremonias te acompañen a la salida: recuerda no perder la compostura.

La otra dimensión que debes tomar en cuenta es que saltar del barco sin previo aviso a menudo aumentará en gran medida las cargas de tus compañeros de trabajo, que tendrán que luchar para cubrir tus responsabilidades.

Ese es tu trabajo, no el de ellos. Entonces, por respeto a tus colegas, presenta tu aviso con al menos dos semanas de anticipación.

4. A quién debería notificarle mi decisión primero en mi trabajo

Cuéntale a tu jefe antes que a nadie. No importa cuánto confíes en tus colegas para guardar un secreto, no permitas que se les escape un comentario. También ten cuidado al anunciar cosas en las redes sociales antes de dar aviso; Recuerda que solo 6 personas te separan del resto del mundo.

Utiliza la conversación personal como herramienta fundamental para dar este tipo de avisos, si tomaste la decisión, trata de programar una reunión con tu jefe lo más rápidamente posible. recurre a otros medios como el teléfono o el correo electrónico en casos extremos, en los que no sea posible conversar personalmente.

Prepárate para la conversación. Hay algunas cosas que debes considerar antes de reunirte con tu jefe para informarle de las novedades. ¿Estás listo para irte a casa hoy? Si tu jefe te dice que tienes que irte de inmediato, ¿Tienes todas tus cosas ordenadas y recogidas? Una vez que atraviesas las puertas de salida, es posible que no te permitan volver  a entrar para obtener algo que olvidaste.

¿Tienes un plan de transición? Nadie sabe mejor que tú qué proyectos deben completarse y qué responsabilidades deben asumirse. Acércate a la oficina de tu jefe con un plan de transición concreto que puedes compartir, con la promesa de asumir un papel práctico para pasar las riendas de tu trabajo sin ningún problema.

¿Estás dispuesto a quedarte más tiempo si te lo piden?  Tu jefe puede pedirte que te quedes una semana o dos más para obtener más ayuda para completar las cosas.   

Mantén la conversación concisa y positiva. Cuando vayas a hablar con tu jefe, ve al grano. No rodees tanto sobre el tema. Tampoco tienes que entrar en los detalles de tu nuevo proyecto. Está bien decir simplemente: «Es una oferta que no puedo rechazar, y estoy dando mi aviso de inmediato».

Otra consideración importante es agradecer a tu jefe la oportunidad, y si él te pregunta por qué lo haces, simplemente enfatiza en algo positivo: «Siempre quise enseñar más, y en mi nuevo trabajo, esa será la mayor parte de mis responsabilidades».

Si no hay una razón como esa para dar, simplemente dile a tu jefe (y esto también le dirás a tus colegas) algo positivo y general como: «Estoy listo para un nuevo tipo de desafío» o: «Esta es una mejor oportunidad para mí».

Recuerda siempre tener una actitud propositiva, centrado en dejar una puerta abierta y una buena relación.

5. Qué deberías hacer si te hacen una contraoferta

Debes estar preparado para que tu jefe te invite a quedarte con promesas de nuevos beneficios o responsabilidades. Piensa en todas estas posibilidades antes de hablar con él, para que no te sorprendan:

¿Te quedarías por $ 5,000 extra? ¿$10,000? ¿Una semana adicional de vacaciones?

No quieres estar nervioso y encontrarte a ti mismo diciendo que sí porque te resulta difícil decirle a la gente que no se meta en tu decisión.

Si hay circunstancias en las que te quedarías, ten bien claro cuáles son las cosas que deberían cambiar y no cambies de opinión a menos que te hagan esas promesas específicas (y por escrito).

Si nada cambiará tu parecer, simplemente dile a tu jefe cuánto aprecias la amable oferta, pero que la nueva oportunidad es algo que simplemente no puedes dejar pasar.

Quizás eso no te pase a ti, también toma en consideración otro aspecto, ¿Cómo quedará tu reputación ante tu posible nuevo empleador? Declinar una oferta que probablemente ya habías aceptado es una situación muy poco deseable.

Si tu empleador actual contrarresta tu nueva oferta y quiere retenerte, necesitas regresar y hacerte la pregunta nuevamente:

    • ¿Está corriendo hacia algo o huyendo de algo?
  • Si te ofrecen más dinero en tu situación actual, ¿eso
    resolverá tus problemas en el trabajo?

Recuerda que tu decisión debió previamente ser valorada sobre la base de tres elementos: El económico, el del desarrollo profesional y el de la valoración que la empresa te da.

Estos tres elementos deben formar parte de un buen análisis para tomar la decisión de renunciar.

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6. Ten mucho cuidado de aceptar una contraoferta

En todo caso, si te encuentras contemplando seriamente la contraoferta, debes pensar en algunas consideraciones importantes:

Existen muchos estudios e investigaciones que dan cuenta de que un alto porcentaje de los trabajadores que aceptan alguna contraoferta terminan finalmente cambiando de trabajo.

Efectivamente, encuestas realizadas por el Wall Street Journal establecen que el 93% de las personas que aceptan una contraoferta terminan saliendo del trabajo en los próximos 18 meses.

Si tu intención al renunciar es provocar una contraoferta debes tener mucho cuidado, puedes estar presionando a la empresa para tomar una decisión que no ha tomado, por lo que pueden plantearse dos escenarios posibles:

Por parte de la empresa: ¿El trabajador está usando un mecanismo poco amigable para resolver un asunto?¿o para lograr un cambio en nuestra política de remuneraciones e incentivos? Este trabajador no ha sido sincero ni demuestra lealtad, por lo que no podemos fiarnos de su comportamiento futuro.

Por parte de la persona trabajadora: He tenido que establecer el argumento de la renuncia para poder conseguir el objetivo dentro de la empresa, ¿Cuál será la  reacción de la empresa? ¿Si tengo éxito, tendré que seguir usando esta estrategia?

Tu relación laboral se va a ver afectada y los dos elementos fundamentales en una relación laboral que son el empleado-empleador van a sufrir un resquebrajamiento que terminará haciendo que se pierda algo tan importante como la confianza.

7. Salir por la puerta grande

Si no estás contento con tu trabajo, puede ser tentador utilizar alguna conversación para descargar todas las frustraciones reprimidas sobre tu jefe. Esto es decididamente imprudente. En su lugar, esfuérzate por ser amable y cortés cuando des el paso de la renuncia.

Puedes adoptar un enfoque de “Tierra no arrasada”. Incluso si tienes ganas de darle a tu gerente un consejo, guárdatelo a menos que sea de carácter constructivo. No necesitas llamar a nadie a la salida, ni a tu gerente ni a tus colegas.

El mundo es demasiado pequeño y lo más probable es que te encuentres con tu gerente y/o tus antiguos colegas nuevamente en algún momento de su carrera. Elimina la emoción cuando discutas por qué te estás yendo.

Es fácil ponerse áspero ​​una vez que has avisado con dos semanas de anticipación
de tu cesación en un trabajo. Pero es importante cerrar el ciclo de buena manera. No solo tu compañía todavía te está pagando, sino que quieres irte con una nota alta.

Las primeras impresiones tienen mucha importancia, pero los psicólogos han descubierto que las personas recuerdan mejor tanto la primera parte de una experiencia como la última. Lo que quiere decir que tus últimos días en el trabajo constituirán gran parte de lo que tus antiguos colegas recuerdan de ti.

No inicies ningún proyecto nuevo durante tus últimos días en el trabajo, pero has todo lo posible para atar cabos sueltos. Comparte con tus colegas sobre dónde se encuentran los proyectos abiertos, dónde los dejaste y dónde pueden encontrar tus documentos y archivos.

Pregúntales cómo puedes ayudarlos en su transición. Deja la compañía en la mejor forma posible. Tu objetivo es verlos tristes de verte partir, y esperando que te cruces de nuevo con ellos algún día.

No arruines a tu antiguo empleador en las redes sociales. Una vez que salgas por la puerta de tu antigua oficina la última vez, es posible que desees entrar en Facebook para escribir una actualización de estado sobre cuán agradecido estás de que hayas terminado con ese trabajo y tu viejo jefe.

No deberías hacer esto. No cedas a la tentación. Este tipo de cosas se difunde fácilmente, y no solo se ve mal para tus antiguos colegas, sino que también levanta banderas rojas para tu futuro en otra organización.

Recuerda además mantener la confidencialidad completa de la información a la que tuviste acceso durante tu permanencia en la empresa.

8. Últimos pasos para salir con dignidad de una relación laboral

Pregunta sobre los detalles esenciales de la seguridad laboral. Averigua sobre los beneficios y el salario de los empleados que tiene derecho a recibir al salir.

También es importante que cierres el ciclo en el departamento de recursos humanos. Solicita una constancia de trabajo y algunas cartas de referencia. 

Infórmate sobre la continuidad de la cobertura del seguro de salud, vacaciones y pagos por enfermedad no utilizados, y si tienes posibilidad de mantener renovando tu plan de pensión. 

Esto no se requiere en todos los trabajos, pero después de que verbalmente le cuentes tu decisión a tu jefe, a menudo se te pedirá que presentes una carta de renuncia formal. Esta carta es para tus registros y los de ellos, así que no escribas nada que pueda atormentarte en un futuro o que forme parte de un mal recuerdo.

Desarrolla la carta de manera que sea profesional y describe brevemente tu estancia, los objetivos y metas alcanzados. No hay necesidad de dar explicaciones de tu partida, simplemente indica que te vas y cuándo será su último día.

9. Cómo despedirte

Suponiendo que haya una cantidad de personas con las que realmente disfrutaste trabajar, tómate tu tiempo para despedirte. Una actitud de gratitud es un rasgo de carácter importante para desarrollar.

Está bien enviar un correo electrónico masivo a todos tus colegas y clientes para hacerles saber que te vas (no es necesario que expliques por qué lo haces) y para pasar su información de contacto personal (correo electrónico, teléfono, perfil de LinkedIn).

Pero también debes escribir una nota personal, tal vez alguna nota escrita a mano, para las personas que compartieron contigo el mayor tiempo.

Menciónales los proyectos anteriores que hicieron juntos que hayas disfrutado, comparte tu aprecio por ellos, sus cualidades personales que hicieron tu trabajo más fácil y más agradable y diles que deseas mantenerte en contacto.

10. A manera de conclusión

Dejar un trabajo puede llegar a ser un proceso bastante traumático, sobre todo si llevas bastante tiempo en la empresa. Lo que consideras tu segundo hogar ya no lo va a ser más, y debes prepararte para no morir en el intento.

Debes saber que dejas relaciones, experiencias y amistades. Por lo que debes preparar el escenario de una salida honorable, con enseñanzas de vida y con buenas vibras para emprender siempre un mejor viaje hacia el futuro.


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Escrito porJairo Arias

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