¿Quién no ha soñado con ser rico?
Muy pocas personas pueden decir que no se han refugiado en la fantasía de acumular tantas riquezas como para no tener que trabajar nunca más.
Yo no quisiera ser uno de los hombres más ricos del mundo, pero sí quisiera tener dinero para vivir muy cómodamente.
No obstante, la realidad diaria suele atormentarnos y con frecuencia nos vemos en la situación opuesta: el dinero no nos alcanza para pagar los servicios, el alquiler, las deudas y todas las obligaciones financieras que se acumulan mes a mes.
Pues bien, quieras o nos ser rico, estos 11 hábitos que han usado las personas adineradas para acumular su riqueza pueden serte útiles para mejorar tu vida financiera:
1. Empieza tan pronto como puedas
¿A qué edad crees que Bill Gates creo Microsoft?
Sorpréndete: a los 20 años, siendo aún estudiante. Por su parte, Zuckerberg, el creador de Facebook, fundó su primera empresa a los 18 años.
Como ves, ellos no perdieron tiempo, al igual que la mayoría de los millonarios.
El mensaje es claro: mientras más pronto comiences a trabajar con tu dinero, más tiempo tendrás para hacerlo crecer.
Esta medida también aplica para los ahorros y los fondos de pensiones.
No esperes más tiempo para tomar las decisiones correctas, el dinero que tengas en tus cuentas ira ganando intereses que a la vuelta de los años, sin darte cuenta, redundarán en seguridad financiera.
2. Automatiza las operaciones financieras
Nuestra voluntad a veces es débil y en ocasiones se va de fiesta, dejándonos dolores de cabeza y poco dinero en los bolsillos.
Recuerdo que muchas veces pensé en programar los pagos y el ahorro en las cuentas bancarias, pero aplacé por largo tiempo algo que podía hacer en 5 minutos; a eso es a lo que se le llama procrastinación, una de las peores enemigas si tu propósito es tener dinero.
Es simple: mientras menos dependamos del azar y de las tentaciones, más seguridad financiera tendremos.
Por esto los millonarios programan todos sus gastos automatizando las operaciones bancarias; si no ves ese dinero, no tendrás ganas de gastarlo.
Elije un porcentaje de tu salario que guardarás para el futuro y revisa las opciones de tu banco para hacer ahorros programados que se debiten directamente de tu salario.
Por ejemplo, si tu salario es de 500 dólares, ahorra el 20 por ciento (100 dólares), de manera que en la práctica deberás pensar que recibes 400 dólares para los gastos del mes.
Ya lo sé; la vida es cara y será un poco difícil, pero sólo con sacrificio llegarás a ser rico.
Aunque tendrás que apretarte el cinturón, rápidamente te olvidarás de esos billetes. porque desde que te llegue el salario sabes que no cuentas con ese dinero que estás ahorrando.
Eso te dará seguridad financiera a largo plazo.
3. Ahorra todo lo que puedas
Ya estábamos hablando de un gran problema: ahorrar.
Aquí no hay ninguna sorpresa, las personas ricas ahorran desde el comienzo todo lo que pueden. Puedes encontrar excusas, pensar en las vacaciones, en un nuevo traje, en los zapatos costosos pero muy bonitos que viste en el almacén o en la fiesta del fin de semana en el sitio de moda.
Tú eliges: o sigues el ritmo de gastos que la sociedad te quiere imponer para quedarte con un ahorro total de cero, como ocurre con las personas que continúan viviendo de su sueldo hasta la vejez, o esta vez sí que te amarras el cinturón y reduces tus gastos a lo esencial para maximizar el porcentaje de ahorro.
Tú eliges qué quieres a largo plazo.
4. Nunca debas dinero de tarjetas de crédito
Por favor, nunca pero nunca llegues al punto de hacer avances en efectivo para pagar deudas de otras tarjetas de crédito.
Si ya te ha ocurrido y quieres ser rico, vas exactamente en el sentido contrario.
En el mercado actual las tarjetas de crédito son útiles para hacer pagos en línea, tener experiencia crediticia y obtener créditos.
Además, servicios como los planes de premios y millas, descuentos en almacenes y los seguros de viaje cubiertos al tener una tarjeta de crédito, son extras que, usados de manera inteligente, pueden hacerte ganar dinero.
No se trata entonces de no tener tarjetas de crédito sino de usarlas de manera responsable y estratégica.
Evita ser un acumulador de múltiples tarjetas de crédito innecesarias: la oportunidad hace al ladrón, y la posibilidad de gastar y gastar con tarjetas de crédito hace a los deudores agobiados.
Solo debes tener la o las tarjetas de crédito necesarias.
Paga siempre a una sola cuota y evita el pago mínimo.
Aunque es cómodo a corto plazo, es fatal a largo plazo porque compromete tus ingresos y genera sobretasas que hacen que los productos sean más costosos.
5. Vive como pobre
Fíjate en las personas que van por allí llenas de joyas, con el último teléfono lanzado al mercado, un automóvil para dejar la boca abierta y su cuenta bancaria vacía.
Esas personas no serán ricas, porque se dejan llevar por aquella supuesta premisa de que gastamos tanto como ganamos.
Eso solo aplica para quienes no manejan adecuadamente sus finanzas. ¿De verdad necesitas el teléfono más costoso del mercado para sentirte mejor? ¿Para ser feliz tu hijo necesita las zapatillas que hablan en francés, coreano y mandarín? Yo creo que no.
Debemos recuperar la cordura y ser consumidores más inteligentes, más respetuosos de los recursos de nuestro mundo y gastar con racionalidad, evitando cosas innecesarias y sobrecostos.
6. Evita las tentaciones
Siguiendo el hilo de lo que venimos diciendo, si queremos ser consumidores racionales, tendremos muchas tentaciones en el camino: la televisión, la publicidad, los centros comerciales, los clubes sociales y las presiones de los amigos y compañeros por adquirir siempre nuevas cosas, por ejemplo.
La mayoría de las cosas que están a nuestro alrededor nos estarán implorando con sonrisa abierta que gastemos todo nuestro dinero, y si se nos acaba con gusto nos darán crédito.
Son esas tentaciones las que debemos evitar al máximo.
El exceso en el gasto quiebra cualquier economía, por lo que debemos ser disciplinados, prudentes e inteligentes a la hora de decidir los gastos en los que vamos a incurrir.
Ninguna persona rica ha llegado a acumular dinero gastando más de lo estrictamente necesario.
En su lugar, vuelve la vista a tantas cosas divertidas y emocionantes que podemos hacer con poco dinero. La mayoría de veces ese tipo de actividades dan más felicidad que las que nos cuestan mucho dinero.
7. Oriéntate hacia metas
La sabiduría popular dice que si no tenemos un destino al que llegar, cualquier sitio estará bien.
Si no tenemos metas claras a largo plazo, y si no las convertimos en proyectos de vida, difícilmente los sueños se convertirán en realidad. Los millonarios trazan con claridad sus metas.
Las convierten en objetivos de vida que no se borran nunca.
Diseñan proyectos con objetivos a corto, mediano y largo plazo para que la distancia entre la realidad y los sueños sea cada vez más pequeña y no pierden nunca de vista estos objetivos.
Son su motor, su motivación para levantarse cada mañana y esforzarse al máximo.
¿Cuál es tu sueño? ¿Cuáles son tus objetivos a corto, mediano y largo plazo? ¿Cómo debes manejar tus finanzas para cumplir con esos objetivos? ¿Qué vas a hacer para llevarlos a la práctica desde este mismo instante?
8. Aprende permanentemente
Los millonarios saben que siempre deben tener los ojos bien abiertos y la cabeza orientada a aprender de todos y permanentemente.
A menos que pienses hacerte rico en negocios ilícitos o comprando la lotería, deberás prepararte, estudiar y conocer a profundidad el área del mercado en la que quieres moverte.
Elige fuentes válidas y actualizadas de información, bien sean de indicadores económicos, de procedimientos propios de tu sector, de adelantos tecnológicos o de cualquier cosa necesaria para tomar las decisiones adecuadas.
Apaga ya el televisor y deja de perder tiempo en chismes, novelas y planes que no te aportan ni como persona ni como empresario.
En cambio, dedícale tiempo a actividades y medios que formen tu intelecto y tu persona. Te aseguro que ese tiempo invertido te generará mucha más riqueza.
9. Diversifica tu portafolio
Cuando las economías nacionales dependen principalmente de una sola fuente de ingresos, son frágiles ante los cambios macroeconómicos.
El caso más cercano lo tenemos en Venezuela, país que tristemente entró en una profunda crisis económica por el descenso en picada del precio del petróleo.
Para prevenir estos problemas, los millonarios cuentan con todo un portafolio de inversiones y generalmente un grupo de empresas asociadas en consorcios corporativos.
En algunos casos son empresas que prestan servicios complementarios dentro de un mismo sector del mercado.
En otros casos son empresas o inversiones en sectores diferentes pero potencialmente productivos.
De esta manera, multiplican sus posibilidades de elevar sus ganancias: si una empresa no marcha bien, si las condiciones fluctuantes del mercado hacen que un tipo de producto no se venda bien, tienen otras fuentes de recursos para a la larga salir ganando y consolidando su riqueza.
Lo mismo debes hacer si quieres minimizar el riesgo de pérdida de recursos.
Estudia con detenimiento las posibles inversiones y no te dejes deslumbrar por la luz que más brilla.
Recuerda que las inversiones que prometen mayor ganancia tienen asociado mayor riesgo. Se prudente y basa todas las decisiones de inversión en el conocimiento profundo de todas las variables que puedan afectar el negocio.
10. Invierte dinero para ganar dinero
Lo barato sale caro. Eso es cierto. Si quieres montar una plataforma que te catapulte no le pongas bases de cartón.
Y tener buenas bases, buenos insumos, buena asesoría y un equipo calificado cuesta.
Por eso no seas tacaño a la hora de planificar los gastos de diseño, planeación, producción y distribución de tu negocio.
La calidad en todas las fases del negocio hace que tu producto tenga mayor valor y ventaja competitiva a largo plazo.
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11. Disfruta tu trabajo
Por último, nada valdría la pena si no te diviertes en el esfuerzo.
Sólo si amas realmente lo que haces vas a tener la fuerza para persistir en el intento, a pesar de los obstáculos que inevitablemente surgirán en el camino.
Todos los millonarios son personas fuertes, y la fortaleza no existe sin una enorme motivación.
No sé si tu objetivo de vida sea ser rico. Es algo que debemos pensar en estos momentos de crisis social.
Pero lo que con seguridad es válido es que como emprendedores necesitamos de herramientas personales para lograr estados altos de bienestar personal y financiero.
Estas 11 claves te ayudarán en ese camino.
Aplícalas ahora mismo, no pierdas más tiempo y cuéntanos cómo las pondrás en práctica.
