Escribir un blog es muy bonito hasta que te topas con las primeras dificultades. Allí es donde la mayor parte de las personas abandonan. A continuación te doy unos consejos para que seas un buen bloguero y no uno más del montón.
1.- Planifica
Muchas veces las personas se sientan a escribir y no encuentran muchas palabras para empezar. Se preguntan qué escribo, por dónde empiezo y cómo hago para empezar. Pues ese en sí mismo es ya un mal inicio.
Usemos un ejemplo para dejar las cosas claras. Si estás encargado de hacer hoy la cena en tu casa, para compartirla con unos amigos, querrás hacer algo con lo que queden satisfechos o impactados.
Puedes acudir a tu mejor receta o pensar en lo que a los invitados les gusta para darles gusto y hacer que se sientan bien en tu casa.
Cuando decides qué vas a preparar, revisas en la alacena y en el refrigerador para ver qué ingredientes tienes, las cantidades y vas al mercado a comprar todo lo que te hace falta.
Eso lo haces con antelación —aunque a veces se nos van las horas entre los dedos y tenemos que correr— y dedicas el tiempo suficiente para tener todo listo antes de comenzar a preparar los alimentos. Si se te olvida algo es fatal porque tienes que volver al mercado, pierdes tiempo, todo se atrasa y tal vez no quede igual porque la cocina tiene mucho de arte, de paciencia, de disfrutar la cocción y la mezcla de componentes, de estar bien mientras nos dedicamos a preparar un plato.
¿Entendiste? Al igual que en la cocina, la escritura es un plato excelso que debemos preparar disfrutando el proceso y preparando todo con antelación para que el resultado sea rico en sabores, texturas, estructura y en la sensación y gusto que nos deja.
Este proceso de planeación de un escrito generalmente toma de varias horas a días, incluso si eres un escritor experto. Una vez comenzamos a pensar en ese texto, a veces las ideas ya han sido canalizadas o tenemos un golpe de genialidad y surgen rápidamente, pero esas son las excepciones.
En la mayoría de casos comenzamos a incubar la idea y a trabajar con ella mentalmente en segundo plano.
Mientras hacemos cualquier otra actividad, y casi sin darnos cuenta, nuestro cerebro está procesando información y haciendo asociaciones para que brote como un proceso de construcción, nunca de manera gratuita, aquella idea que estamos buscando.
Es esta la razón por la cual es útil que en ese proceso de incubación revisemos libros, leamos artículos, miremos imágenes, obras de arte, exposiciones, actos culturales, campañas, pautas comerciales y cualquier producto cultural que nos pueda llevar a nuevas asociaciones con sentido aplicables al proyecto que ya difícilmente saldrá de nuestra mente hasta que no esté concluido.
Aunque tal vez sea la planificación lo que más trabajo cuesta en el proceso de escritura, si no cumples con esta etapa,difícilmente obtendrás un óptimo resultado.
Si eres relativamente nuevo en esto de escribir blogs, necesitarás horas de práctica en la planeación para que puedas manejarla con soltura al punto que se haga casi automáticamente, sin mayor esfuerzo de tu parte. Pero mientras adquieres estas valiosas habilidades tendrás que dedicarle mayor tiempo.
Adicionalmente, la planeación, contrario a lo que podrías pensar, no te quita tiempo: te lo ahorra. Una vez que has identificado el tema, la idea central y la estructura, avanzarás con soltura y rapidez, mientras que si no lo haces sería semejante a pretender hacer un recorrido de kilómetros sacando cada calle el mapa para ubicarte y sin saber claramente a dónde irás.
En este proceso de preparación, anterior al ejercicio mismo de escritura, son varias las fases en las que puedes avanzar.
Elije Un Tema Que Te Interese
La motivación es el pilar de cualquier actividad humana. Dado que los lazos entre las emociones, las ideas y la conducta son indisolubles, la poca o mucha motivación que tengas hacia un tema se verá reflejada en tu blog pues será el tejido sobre el que se configura, la base en la que como un organismo vivo, se van forjando líneas por las que correrán tus palabras.
Cuando hay poca motivación por un tema la atención, la creatividad y la transmisión de emociones hacia el lector se ve bloqueada, lo que da como resultado un escrito sin alma que no logra transmitir entusiasmo ni emociones. Un grupo de palabras planas que no calan en la mente del lector.
Por supuesto que hay muchos temas que no son de tu interés y qué, como bloguero profesional, debes escribir porque es una asignación laboral. Justamente se trata entonces de dar vuelta a los elementos para crear nuevos escenarios en los que muestras el lado que para ti es interesante sobre el tema abordado.
Si no encuentras ese gancho motivacional, no te será posible atraer a los lectores. En un escrito se transmite lo que se siente.
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Haz Un Esquema
Un esquema es la materialización del orden de las ideas en las que estás pensando para escribir tu entrada del blog.
Cuando lo haces, te ves forzado a identificar un hilo conductor, un tema general, la división en subtemas y la estructura narrativa que usarás (si empezarás por lo general para llegar a lo específico, o si harás lo contrario y empezarás por casos particulares para terminar con generalizaciones sobre los hechos), el inicio y el cierre.
Además verás si algunos temas sobran o no corresponder al eje argumental o si, de manera opuesta, te hace falta algún tema o información para soportar argumentalmente un tema específico. Todo eso te lo permitirá un esquema de trabajo.
Como verás, buena parte del escrito se sustenta en el esquema de trabajo. No hace falta que sea un esquema refinado con cada uno de los elementos, más si se trata de un escrito corto. Lo que sí necesitarás es un mapa que te permita continuar cómodo en la barca, con la tranquilidad de saber hacia dónde vas y cómo lo haces.
Investiga
Los blogueros podemos parecer una suerte de sabios que todo lo sabemos.
Podemos pasar de un blog de cómo escribir a otro sobre ActiveCampaign como herramientas para automatizar campañas de mercadeo digital, cruzando antes por el listado de los 50 emprendedores más importantes de la historia, un artículo sobre desayunos saludables para veganos y algún otro sobre comunicación asertiva.
En el siglo XIX aún era posible encontrar esos académicos enciclopédicos que sabían todo lo que era conocido. Pero en los tiempos de internet y de la sobreproducción de contenidos es imposible que alguien sepa al menos una mínima parte del conocimiento acumulado en una disciplina, mucho menos aún en varios campos de conocimiento.
Antes de que salten los juicios de valor; no somos parlanchines que escribimos sin saber lo que decimos (aunque en algunos casos es cierto). Un bloguero es tanto un escritor como un investigador. Hay muchos temas sobre los que no tenemos idea, pero sí tenemos tres armas fundamentales, tres súperpoderes:
- Una cultura básica amplia para avanzar por diferentes temas sin perderse demasiado.
- Las estrategias de pensamiento y procesamiento de la información que nos permiten entender y asociar las diferentes aristas del conocimiento.
- Las habilidades de búsqueda, identificación de ideas principales, selección, lectura crítica, análisis y en general de investigación documental.
Estas habilidades de investigación nos permiten encarar muy diversos temas (por supuesto no cualquier tema. Por ejemplo, no se me ocurriría hacer un blog sobre usos de la teoría cuántica en la redefinición de conceptos especializados de la física). Lo que hacemos es identificar objetivos de trabajo, fuentes confiables e ideas clave para construir posteriormente nuestra propia historia del asunto, fundamentada en los argumentos fuertes en el campo específico.
Comprueba Los Hechos
Hablando de las fuentes confiables, es prioritario que tus consultas sean de fuentes reconocidas en el campo.
Espacios virtuales como Wikipedia pueden dar una idea inicial pero necesitas profundizar e ir a las fuentes primarias, a los autores que han creado la historia.
Las revistas científicas, los textos académicos, asociaciones oficiales, expertos destacados de los negocios o la industria y los grupos de investigación son otra fuente potencial y válida de información. Si no elijes adecuadamente la fuente, todo tu trabajo se puede ir al piso con el simple soplo de un lobo crítico.
Como principio de trabajo, verifica todo lo que escribes y no lo publiques si no estás totalmente seguro de su veracidad.
Eso hace la diferencia entre alguien que usa las redes para lanzar palabras al aire y un bloguero profesional.
Todos cometemos errores, bien sea de juicio, de precisión, de uso de la información o incluso de criterio. Cuando esto ocurra, tu respeto y autoridad profesional estarán en juego. Lo más sensato será, desde mi perspectiva, aceptar el error y corregirlo cuanto antes, esperando que las personas vean que eres una persona seria y sensata y que pueden seguir confiando en ti.
2.- Los Titulares
Cuando pienso en títulos, lamentablemente, para mí, me aparece la imagen de aquellas líneas en tinta roja de las que casi brota sangre, típicas de los diarios amarillistas. Justamente ese ese el ejemplo de lo que no debes hacerse.
La intensidad de la imagen que se logra con estos títulos lleva a imágenes que por su violencia son fuertes, intensas; permanecen en la mente de los lectores como huellas desagradables. Es la vía fácil, la de abusar de los clientes y su facilidad para ser impresionados emocionalmente.
Para evitar estos atajos y respetar a tus lectores, puedes pensar en el título como el eje desde el que se articula y desarrolla el trabajo de escritura o como el punto final, el broche con el que le das el mejor aspecto a tu texto. Las dos vías son perfectamente válidas e incluso pueden ser complementarias.
En algunos casos tienes perfectamente claro desde el comienzo todo lo que vas a escribir. Ya está escrito en la mente y tan solo basta poner los dedos a digitar para que se conviertan en hecho físico. En estos casos el título ya está preconcebido. Ocurre algo semejante cuando se trata de textos altamente estructurados en los que se desarrolla progresivamente un eje temático, como quien va abriendo capa tras capa de una cebolla para llegar a su centro. En estas situaciones también el título es perfectamente definible desde el comienzo.
En otros casos tenemos una idea fuerza o principal, pero los contenidos específicos y los argumentos sobre los que se sustentará cobrarán forma en la medida en que avance la narración. Pueden surgir ideas impetuosas de alto valor semántico o pragmático que se constituyan como giros sobre los que seguirá el texto, o metáforas, analogías o ejemplos que cobren importancia y transfiguren el sentido.
En tales situaciones bien puedes optar por dejar el título para el final, como pieza clave para la comprensión de lo que ocurrió en el texto.
Otra alternativa combinada sería la de tener un título preliminar que en el avance del escrito sea reconfigurado.
Un elemento clave que te ayudará a formalizar el título es la audiencia a la que te remites. Las estrategias discursivas, los intereses, el tipo de imágenes que les agradan y los convencen son la piedra angular sobre la que definir este elemento del texto.
Si tu audiencia está esperando un texto en el que se describa paso a paso un procedimiento, algo usual ahora es anteponer las palabras “cómo hacer…”. Es ya una clave semántica con la que los lectores saben qué podrán encontrar en tu artículo.
Así, el tipo de titular será diferente para un escrito académico para un gremio de científicos habituados a tratar con datos exactos (o a pretender que son exactos) que no ven con buenos ojos la especulación, los juicios de valor, la informalidad y lo coloquial.
Del lado opuesto, si la población objetivo de tu escrito son compradores potenciales de productos populares, un título formal creará de entrada una distancia entre el texto y los lectores, con lo que lo más probable es que la aceptación de lo escrito no se traduzca efectivamente en ventas.
En el caso del sector financiero y de mercadeo, las cifras son un elemento que llama poderosamente la atención porque de inmediato pueden asociarlo con campañas, rentabilidad y presupuestos.
Luego, es necesario considerar el contexto cultural en el que se enmarca la población objetivo de tu blog y las características de la audiencia específica, junto con las intenciones comunicativas y los objetivos de los escritos.
Una opción adicional para redactar los títulos es la de formular preguntas que sean atractivas para sus clientes y que les interese responder.
Es útil porque vincula intelectualmente a los lectores desde el inicio y los hace revisar en su base de conocimientos lo que saben, para relacionarlo con lo que van a leer y generar nuevas asociaciones de conocimiento.
Lamentablemente este método ha sido tan utilizado últimamente que ya está saturando a los lectores, perdiendo interés y credibilidad.
Como regla personal para crear títulos, uso las palabras clave que sintetizan el tema, cercanas a la idea principal, y las presento mostrando la relación que existe entre ellas, identificando adicionalmente el nivel de profundidad y generalidad de lo que encontrarán.
Es una perspectiva honesta que no engaña al lector.
Esto es lo que valoro como potencial informativo en los artículos que leo, y lo que intento aplicar en mis propios escritos.
3.- La Escritura
Antes de sentarte a trabajar, dispón de un espacio cómodo y agradable. Elimina aquellos elementos que puedan ser distractores, incluyendo el teléfono.
Si bien hay diferencias individuales en los estilos de aprendizaje, por regla general no es conveniente escuchar música en un idioma que conozcas y menos si te gusta.
El canal atencional es limitado y por él compiten los diferentes estímulos que llegan al cerebro, por lo que ese tipo de música, que tiene un significado para ti, demandará parte del ese espacio atencional y tu mente estará fluctuando en cuestión de milisegundos de la música a la escritura, en un flujo permanente de atención dividida. Conclusión: no rendirás igual.
Es diferente si la música es instrumental porque no hay significados que lleguen a tu mente y que exijan atención.
Yo a veces escribo en silencio pero si requiero algún tipo de motivación en una mañana fría y lenta puedo poner música dance o electrónica suave que me invite a estar activo y trabajar más rápido.
Si quiero escribir algo de orden más dramático, una opción son músicos soviéticos clásicos como Stravinski y Tchaikovsky… esa música con percusión fuerte ayuda a generar sentimientos intensos. Si quiero concentrarme para trabajar un largo rato, Bach me funciona muy bien. Con la música étnica me fluye la creatividad y con el jazz y el pop (en un idioma que no entienda) genero una buena actitud para trabajar.
Esos son mis gustos, pero cada cual debe probar qué tipo de silencio o sonidos le funcionan mejor para escribir (pese a la libertad y la diferencia, creo con vehemencia que el regatón no será una buena fuente de inspiración creativa).
Puestos ya en la tarea, dado que has hecho la planeación, no tendrás mayores problemas para empezar a escribir. No necesariamente debes iniciar por el comienzo, pero nunca debes perder el foco del objetivo central de tu escrito, entendiendo que el resto de ideas, comentarios, argumentos y ejemplos cumplen únicamente la función de apoyar, ampliar, explicar o ejemplificar esa idea principal, por lo que nunca deben tomar el protagonismo del escrito.
Es difícil que las ideas salgan de una vez en la forma final que tendrán. No desistas si notas que te empieza a frustrar el hecho de que la manera en que escribes no te satisface. El dominio sólo se adquiere con la práctica en cualquier tarea y la escritura no es la excepción. Escribe una y otra vez, dale vuelta a las frases; prueba cómo suenan y cómo se relacionan con las otras frases hasta que encuentres un estilo y una forma narrativa propia.
Piensa si sueles ser más descriptivo y basarte en hechos o si al contrario tu estilo es más abstracto y conceptual. Esa será una pauta importante porque este autorreconocimiento te permitirá ser más consciente de tus estrategias y llevarlas a mejor término. Si eres más cercano a los hechos, intenta usar ejemplos, casos de la vida real, de los negocios, metáforas o analogías para hacerte entender. Si tu tono es más conceptual piensa en imágenes, tablas, mapas o cualquier tipo de representación gráfica que te ayude a organizar las ideas y mostrarlas de manera clara y ordenada al lector. En cualquier caso, las metáforas, analogías y ejemplos son un arma invaluable para establecer un espacio comunicativo común con el lector.
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¿Cuántas Sesiones Dedicar Por Escrito?
No hay reglas al respecto. Por supuesto, una variable determinante es la extensión del escrito. Si vas a redactar un post de 500 palabras seguramente una sesión será suficiente, mientras que un artículo de profundización en un tema destinado a SEO bien puede tener unas 4000 o más palabras y será bastante difícil, incluso para un profesional de la escritura, terminarlo en una única sesión de trabajo.
En mi caso prefiero intentar terminar un artículo en una sesión si no es mayor a 1500 palabras. Tener que detenerme me corta el flujo de las ideas y cada vez que te sientas de nuevo tienes que releer, retomar el enfoque y, en general, reiniciar. Peor aun cuando no se termina el mismo día.
Más allá de esa cantidad de palabras o de un par de horas de trabajo, comienzo a tener fatiga mental y necesito detenerme un poco para tomar aire, liberar la mente, caminar o comer algo, especialmente lo último, y retomar. Será difícil mantener la calidad y la creatividad por varias horas, así que para empezar te sugiero plantearte sesiones de una o dos horas con descansos. Los profesionales de la escritura pueden dedicar una jornada diaria a escribir (4 horas) y el resto del tiempo, cuando se dedican exclusivamente a esta labor, lo emplean para documentarse. Así lo hacía García Márquez, por ejemplo.
En el caso de escritos no literarios, en lo que nos venimos concentrando, si alcanzas una producción cercana a las 3000 palabras ya puedes sentirte un profesional.
Pero esto será más adelante, cuando perfecciones tus habilidades. Al comienzo puedes tardar hasta una semana para producir un artículo corto. Si sientes que vas lento no te preocupes.
Con el tiempo los procedimientos de escritura se van automatización y agilizando; verás que en algún momento terminarás un artículo en mucho menor tiempo del empleado en los escritos iniciales.
Lo más importante en esta etapa inicial, más que el tiempo o el número de sesiones que empleas, es que encuentres un tono propio, una voz que te distinga y que puedas sostener. Si eres gracioso, ocurrente, creativo, preciso, un poco loco, descriptivo o cualquier otra característica de personalidad que te distinga, explótala y muéstrala en lo que escribes. Eso no significa que debas escribir como hablas. El registro oral y el escrito son completamente diferentes, con diferentes herramientas y usos, por lo que debes reconocer cuáles son tus herramientas discursivas para comunicarte como autor de un blog.
4.- Utiliza Y Crea Imágenes
La cultura de la lectura no es lo más visible entre los consumidores regulares. Huelga decir que los índices de lectura en Latinoamérica son preocupantemente bajos.
Sin embargo creo que al contrario de disminuir la lectura y la escritura por cuenta de Internet, son ahora más frecuentes en nuestras prácticas diarias.
Escribimos ahora todo el tiempo para comunicarnos por whatsapp y Facebook y leemos todos los días diferentes escritos cortos. No creo que en ninguna otra época de la humanidad la escritura hubiese sido tan importante como estrategia comunicativa masiva.
Lo que sí es definitivo, es que las estrategias de lectura y de consumo cultural vienen cambiando, desde los textos monolíticos extensos que acostumbrábamos hace tan solo algunos años a los textos cortos, visualmente impactantes y un poco light que estamos generando para informar a los consumidores.
La cultura gráfica ha enfatizado en imágenes que se presentan rápidamente una tras otra.
Los tiempos de focalización atencional son menores y debemos garantizar que el mensaje esté transmitido en pocas líneas para que el lector no se aburra y abandone el texto.
En esta transmisión del mensaje escrito. la imagen visual ha adquirido amplia notoriedad. Piensa en un blog de unos seis o siete párrafos sin imágenes.
Primero, casi no se hacen en el ambiente del mercadeo digital porque se parte de que las imágenes son indispensables para transmitir el mensaje comercial.
Segundo, no te da la información completa, textual y visual, que sí te da un artículo con imágenes. Tercero, es mucho más impactante y memorable un artículo con imágenes a las que asocias los significados expuestos con las palabras.
No creo que sea cierto eso de que una imagen vale más que mil palabras; eso dependerá de las imágenes y de la calidad del texto. Pero sí es necesario entender, para poder navegar en el mercado de Internet, que los consumidores reaccionan favorablemente a las imágenes y que son un enlace fundamental para que lean y comprendan el mensaje textual.
Ahora, en cuanto a la relación entre el texto y la imagen, generalmente se usa una fotografía o ilustración acompañando el título para dar una idea clara de lo que puede decirles el escrito y de lo que les vas a ofrecer, antes de que lo lean.
Adicionalmente se usan imágenes intercaladas con el texto para romper los bloques, hacerlo estéticamente más atractivo, facilitar la comprensión y disminuir la posibilidad de aburrimiento en los lectores.
Trata de encontrar un buen equilibrio entre la palabra y la imagen, que exista algo de humor y formalidad al tiempo, que las imágenes relajen y hagan sonreír, a la vez que transmites el mensaje.
En el caso de temas complejos el uso de tablas, infografías, esquemas y cualquier representación gráfica hace más fácilmente comprensible el discurso, convirtiendo lo abstracto en algo más concreto.
5.- Edita
La edición no es menos importante que la escritura misma. De hecho, entre los editores de libros suele decirse que los autores escriben pero son los editores los que hacen los libros. Y con muchos autores eso es cierto. Entre las cosas que debes tener en cuenta en esta parte final están, además de los aspectos gramaticales y ortotipográficos:
- Evita la repetición, tanto de ideas como de palabras. Debes revisar todo el texto buscando eso que se ha dicho más de lo necesario. Cada autor tiene palabras que repite una y otra vez, sus muletillas. Identifica la tuya y ponla en su lugar.
- Lee tu escrito en voz alta. Así podrás examinar su fluidez y hacer las correcciones del caso.
- Haz que alguien lea tu trabajo, preferiblemente un editor, para examinar si el tema es claro y transmite lo que se desea.
- Usa frases y párrafos cortos. La cantidad de palabras no se correlaciona con la contundencia del mensaje; es el uso de las palabras adecuadas lo que asegura su efectividad.
- La perfección es un oasis inexistente. Siempre habrá algo que mejorar: aprender a escribir es un proceso continuo e inacabable.
- Elimina todo lo que no sea esencial.
Por ultimo:
Diviértete escribiendo. Es un auténtico placer.
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